Jesús Ayala, un libro abierto de futsal

...
El técnico multicampeón con la selección mendocina femenina nos cuenta sus proyectos para el 2020

Hay notas que uno no quieren que terminen nunca y de las que el periodista se va con la sensación de que hizo un curso acelerado pero, privilegios de la profesión, sin haber pagado para ello. Eso pasa cuando el entrevistado tiene la humildad de no esconder nada y la pasión de lo que hace a flor de piel. Así es Jesús Ayala, el técnico más ganador con selecciones mendocinas, porque no solo festejó cinco títulos con las chicas, sino que también tiene una estrella con los juveniles masculinos. Mate de por medio, los diez minutos que iba a durar la charla se transformaron en dos horas de puro aprendizaje. De cara a como ve el futsal femenino en el 2020, asegura que: "espero que haya un crecimiento en el país. En la provincia seguro que lo va a haber, pero lo que tenemos que tratar de que eso se consolide en calidad". Al preguntarsele el naciente combinado de menores, aseguró que "tenemos la lista que pasamos el año pasado, pero tuvimos muchos problemas con los clubes porque no entienden que el beneficio es para ellos. La idea era formarlas y armar un equipo de 15 jugadores de C 15, C 17 y C 20. Obvio que nos íbamos a encontrar con muy buenas jugadoras, pero seguro que no de fútbol de salón. El tema es que hay clubes que hacen que las chicos jueguen en torneos de alfombra, en cancha de 8 y hasta en cancha de 11. Nosotros lo que tenemos es que centrarnos en el futsal y conquistar a través de un trabajo serio y bien proyectado", cuenta y a que cada paso pone especial énfasis en la palabra trabajo, en el sacrificio, pero también a lo largo de la charla vamos mostrando su costado formador haciendo hincapié que siempre hay que adaptarse a las condiciones de los jugadores y la sociedad en la que está inserta la institución o el profesor. Sobre sus planes, sigue contando que "la idea era hacer un seleccionado por cada departamento y convocaron a los entrenadores del femenino, porque yo siempre digo que solo no se puede trabajar. Y sobre todo comprometer a los formadores de los distintos clubes, porque siempre hay más buena voluntad que capacidad. Pero el tema es que no se nos abrían las puertas. Y esto era gratis, no tiene que ver con el curso que se está dando donde tienen que pagar. Y además, yo te dejo el trabajo que hay que hacer. Los entrenadores suelen cometer el error de trabajar más en lo táctico que en lo técnico. Hay jugadoras que impulsan con la pierna incorrecta. Si vos lo preparas bien al jugador, ni siquiera tiene que gambetear, sino manejar bien el gesto para tirar una pelota al espacio. Hay jugadoras que no saben caminar y otras que pueden dejar los brazos en la casa y venir a jugar igual, porque no los usan", cuenta mientras muestra cómo se mueven los chicos. Todo un detallista. Cuenta que va a ver los partidos y después le dice a las jugadoras que tienen en los partidos. "Yo quiero que gane el fútbol de salón Veo muy buenas jugadoras y eso me pone muy contento, pero si uno no le da una buena enseñanza, dentro de diez años van a seguir siendo buenas jugadoras, no excelentes", cuenta mientras nos comenta que está transmitiendo su experiencia a la gente de Comodoro Rivadavia y a la de Formosa a donde estará dando una charla para contar el proceso de la Borravino, un equipo que es admirado por todo el país. Lleva el futsal en la sangre. Se enoja cuando ve a equipos que piden cambios de fechas porque hay un partido de fútbol importante (River y Boca) y hasta cuenta que perdió una final por no tener la base del equipo de Pacífico, pero sintiendo que sino se jugaba el partido atentaba contra el espíritu de la disciplina. Valores que no abundan mucho en el deporte actual y que lo pintan de cuerpo entero. Muchos lo critican por su exigencia, pero él entiende que es la manera de conseguir los objetivos. "Acá la palabra no puedo, no existe", asegura. "Es la manera de hacerle ver a los chicos que si el padre hace un sacrificio por darle la posibilidad de jugar, no se puede ir sin ganas", remarca. Los recuerdos de miles de anécdotas surgen a borbotones de su cabeza y con solo las que contó en esta charla, habría para escribir varios capítulos de un libro. El mate seguía amenizando la charla y la noche iba anunciando su llegada. Quedaban aún muchas cosas por contar. Hace hincapié en que es hora de un recambio generacional. "Tenemos que aprovechar lo que pueden aportar a las nuevas chicas Ana Ontiveros o Mariana Dimaria. Este año llevamos a Delfina Rodríguez y Candela Giovarruscio. Tienen mucho potencial y hay que trabajarlas. Lo bueno de la selección es que todos los años planteamos nuevos desafíos, más allá de que se repitan las jugadoras, siempre tenemos cosas innovadoras. Si no las vamos a aburrir y empiezan las excusas. Las jugadoras no pueden faltar a los entrenamientos. Tienen solo permitido dos faltas y tienen que estar muy justificadas. Sino, no van. Ellas tienen ese compromiso y te entrenan a las 6 de la mañana, a las dos de la tarde o a las doce de la noche. Ahí está la diferencia y es posible que como dicen algunos, cualquier técnico saldría campeón con estas jugadoras. Este año incorporamos un montón de fundamentos nuevos, que la que no viene se los pierde. Además son cosas que se llevan a la casa y al próximo entrenamiento uno sabe si la miraron", cuenta. "Acá en el club Pacífico también estamos armando una estructura para darle sustento al trabajo. Los entrenadores que no vienen a tomar los cursos que yo doy, no van a trabajar. Ellos se enojan, pero un día me van a dar la razón. Los jugadores que no vienen con pechera no pueden entrenar. Los que vienen con la medias abajo, les digo que vayan a las canchas de tenis. En futsal se juega con las medias altas". Jesús ve que el futsal mendocino está estancado y siente que la solución está en buscar otros tipos de torneos. Es por ello que ha propuesto un Súper 8 en el que los premios sean en efectivo. Lo que sería el primer paso hacia la profesionalización. Una idea que habrá que estudiarla. Revolucionario y como tal, amado y criticado. Así es Jesús Ayala. El hombre que le ha dado una impulso al futsal femenino que Mendoza no olvidará. "Por cuestiones políticas sé que nunca voy a dirigir la selección argentina", deja en el final con nostalgia, pero saca pecho cuando dice que "estoy representado por todas las jugadoras que van de Mendoza".

28/02/2020